El Sol de México
24 de enero de 2010
Filiberto Cruz
Ciudad de México.- Bajo distintas denominaciones, con uniformes diversos, pero casi siempre con un casco color azul, decenas de personas se integran a la brigada clandestina de rescatistas y paramédicos que operan principalmente en la periferia de la ciudad y atienden un promedio de 10 mil percances en forma anual.
"Pero para ese tipo de personas, lo importante no es atender a ciudadanos accidentados, sino que su negocio consiste en llegar primero al lugar del siniestro, proceder al despojo de objetos de valor a los heridos y, sobre todo, llevar a los pacientes a clínicas, sanatorios y hospitales particulares, por lo que reciben un pago, no comisión ni cuota, por parte de esos nosocomios, además de que cobran los servicios de traslado a familiares de los afectados'', indicaron socorristas y paramédicos oficiales.
A su vez, automovilistas y peatones que han sufrido accidentes en vía pública coinciden en que además de pagar cantidades que oscilan entre los 300, 500 o hasta 2 mil pesos por traslado, simplemente son mantenidos con vida para ser llevados a algún hospital privado bajo el argumento de los seudoparamédicos de: "ya ve que la ley impide que las personas accidentadas que no tengan a la mano sus registros en el IMSS o el ISSSTE no sean atendidas en el sistema de emergencias. Si usted trae consigo su cartilla del seguro social y afiliación, lo llevamos hasta ese hospital, pero bajo su riesgo".
Ni las autoridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF), ni policiales conocen a ciencia cierta el número de ambulancias y paramédicos "piratas'', y a la fecha sólo se cuenta con un control sobre unidades de traslado emergente, de hospitales privados y hasta del sector público, que han cumplido con las normas sanitarias, de capacitación de personal y tomado los cursos correspondientes aplicados por la Secretaría de Transporte y Vialidad del Distrito Federal (Setravi).
De los servicios de emergencia públicos, confiables, sólo se cuentan la Cruz Roja Mexicana y el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), esta última es entidad perteneciente a la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, una de las de mayor seriedad y diariamente cubre hasta 140 servicios en toda la urbe.
Ladas ambulancias "patito'' o "piratas'', además de utilizar vehículos equipados apenas con botellas de suero, gasas, esparadrapos férulas, así como fijacuellos, implementos con los que no garantizan la vida de los accidentados, tampoco llevan una cuenta de atenciones, ello, al decir de socorristas de ambulancias de hospitales privados, para no pagar impuestos, simular que hacen obras de apoyo ciudadano sin retribución alguna y, en casos de decesos del paciente en el traslado, obligar a los familiares a cubrir desde el transporte hasta la atención hospitalaria, por ello, casi siempre buscan seleccionar a sus accidentados...
Lo básico
Para la operación de ambulancias y desarrollo de actividades de los paramédicos, la Setravi requiere que tanto dependencias oficiales, Cruz Roja Mexicana, así como unidades motorizadas de instituciones hospitalarias privadas, cubran los exámenes médicos y de antidrogas que aplica por su parte la Secretaría de Salud local.
Asimismo, que la tripulación se someta a exámenes generales y, en su caso, los operadores de ambulancias cumplan con las pruebas de manejo, así como de conocimiento de las vías rápidas y alternas para poder cumplir con el traslado de pacientes en situaciones de emergencia.
Una vez cubiertos los requisitos ante la Secretaría de Salud y la Setravi, la dependencia oficial, IMSS, ISSSTE, ERUM, entre otras, además de las flotillas de hospitales privados, pueden obtener la licencia y tarjetón correspondiente que les autoriza la operación de ambulancias, con los dispositivos de atención médica prehospitalaria básica.
Patitos
Para quienes operan los servicios de ambulancias no reconocidas legal ni oficialmente, sólo basta alquilar o comprar una ambulancia vieja, equiparla con camilla, bancas laterales, botellas de suero, vendas, esparadrapos, entre otros mínimos adminículos, como fijacuello, férulas para inmovilizar brazos o piernas y algunos objetos, que no son de primera necesidad para atender lesiones mayores.
Después de saber que los paramédicos de las ambulancias patito recurren a la compra o alquiler de vehículos de modelos atrasados y el equipamiento de la unidad ni siquiera trae el mínimo de lo que es aditado en un vehículo oficial, o que pudiera compararse al menos con el botiquín que lleva consigo un paramédico o rescatista profesional, es fácil entender porque sólo se dedican a "dar auxilio a lesionados selectos...''.
Aun cuando las autoridades, como la policía, Setravi y hasta el sector salud desconocen las cifras de unidades irregulares operando como ambulancias de apoyo ciudadano, ya que laboran en la clandestinidad, sí admiten que aún existen ese tipo de grupos, que desde el 2004 fueron llamados a regularizar su actividad, así como recibir capacitación y manejo de equipos de primeros auxilios para integrarlo a las ambulancias que operan.
La rebatinga
Policías de Seguridad Pública e, incluso, del ERUM y Cruz Roja coinciden en señalar que en muchas ocasiones el personal de las ambulancias patito llegan en primer lugar al punto del accidente, ya que interceptan las frecuencias de radiocomunicación y debido a que se diseminan en diversos puntos de la ciudad, sin tener una "base fija'', se desplazan hasta con el uso de sirena abierta e invasión de carriles vehiculares, ello con la finalidad de llevar a los heridos a hospitales privados ubicados en la zona metropolitana de la ciudad e incluso en la zona limítrofe del Estado de México con el Distrito Federal.
Por ello, reciben pagos fijos, pero tienen que competir entre ellos mismos, para "ganar heridos'', ya que son varios los grupos clandestinos que laboran bajo ese esquema.
A su vez, diversos ciudadanos que fueron atendidos por supuestos socorristas y llevados a hospitales privados, indican que además de ser objeto del latrocinio, son internados forzosamente en dichos nosocomios, bajo el argumento de que su vida corre peligro y no serían atendidos en el IMSS, ISSTE o nosocomios públicos, y si el paciente se niega a ser llevado al sanatorio elegido por los "patito'', empiezan las amenazas en las que se pone en riesgo la vida del herido, e incluso se corre el riesgo de ser desaparecido por horas, y la familia no lo encuentre, ya que empieza el rodeo por la ciudad, para que el afectado se desespere y terminé por aceptar ser internado en un "hospital equis''.
Asimismo, personal uniformado y de primeros auxilios refieren que los supuestos paramédicos no necesitan ser expertos en la materia para darse cuanta cuando un lesionado está en peligro de muerte y se lo dejan al ERUM o Cruz Roja.
Y, en lo que hace al despojo, robo o atraco, las más de las veces el victimado no denuncia el robo desde autoéstereo, objetos de valor, documentos personales o de identificación, ya que los tripulantes de las ambulancias patito terminan por robar, desde anillos, cadenas, esclavas, herramientas y cuanta pieza de valor encuentran en el lugar del percance.
La denuncia no se ejecuta por miedo o porque el afectado está alarmado, camino a un hospital, y no se da cuenta de que en su vehículo cayeron aves de rapiña, y no se diga en los accidentes donde hubo personas muertas, cuyos cadáveres también son despojados de sus objetos de valor y hasta credenciales, de ahí que muchas de las veces, indican policías investigadores y preventivos, el occiso sea llevado al anfiteatro o Servicio Médico Forense (Semefo) en calidad de desconocido.
Y, para redondear la faena, los supuestos paramédicos buscan colocarse en vialidades de tráfico intenso o en las carreteras de salida o acceso al Distrito Federal, y en grupos de tres a cinco "socorristas'' inician la colecta monetaria con el casco de protección para la cabeza, éste a la mano, para pedir la colaboración económica, para una presunta compra de materiales médicos de emergencia, o de plano, para la gasolina de la ambulancia patito.
Con dicha acción, buscan bloquear parcialmente la circulación vial, y saben que con ello se dan los choques denominados lamineros, con lo que se apresuran a llegar al lugar del impacto, e inmediatamente buscan inmovilizar a los lesionados, sin dar tiempo a que paramédicos profesionales dictaminen si es o no necesaria la hospitalización.
El Erum, de primer nivel
En su caso, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), que anualmente atiende en promedio 60 mil emergencias, cuenta con 40 ambulancias equipadas con desfibrilador, marcapasos, respiradotes, férulas, oxígeno y otros sistemas de emergencias.
Tan sólo en el 2009 atendieron 64 mil 464 servicios, de los cuales 16 mil 331 fueron a lesionados en vía pública; 15 mil 58, traslados de enfermos y lesionados a hospitales del sector salud; 483 atenciones a mujeres en situación de parto; 241 servicios a indigentes; 222 rescates urbanos, y 109 rescates en colisiones vehiculares.
El personal operativo del ERUM está capacitado para atender personas atrapadas en edificios, en elevadores o en derrumbes, durante sismos e incendios, así como a las víctimas de accidentes por descarga eléctrica y a aquellos que intentan el suicidio.
Expertos en rescate espeleológico: Para ciudadanos que hayan quedado atrapados en minas, cavernas, pozos, cuevas y grutas. Alpino: Para ciudadanos que se hayan perdido en cerros o montañas. Acuático: Para ciudadanos aprisionados o aislados por algún cuerpo de agua o que hayan fallecido por ahogamiento. Estructuras Colapsadas: El ERUM proporciona auxilio para extraer víctimas atrapadas en estructuras colapsadas como edificios o vehículos, sobre todo cuando se requiere el uso de un equipo especial para su salvamento.
Servicios a indigentes: Para ciudadanos que, por su estado económico, estén en la vía pública y requieran atención médica prehospitalaria, ser trasladados a algún albergue o necesiten auxilio básico por alguna enfermedad. Servicios preventivos: Estos servicios se proporcionan cuando hay necesidad de apoyos médicos preventivos durante eventos masivos, como giras de trabajo de las autoridades del Gobierno de la ciudad; cuando los solicita el Estado Mayor Presidencial y cuando la magnitud de algún acontecimiento requiera la presencia de unidades móviles.
Servicios varios: El ERUM traslada a policías heridos desde su domicilio al hospital y viceversa; también apoya a diversas autoridades cuando se encuentran cadáveres en la vía pública, edificios o casa habitación.
Tiene como función principal prestar de manera oportuna el servicio de rescate y atención médica prehospitalaria a enfermos y lesionados en la vía pública ante un siniestro y situaciones de emergencia.
Trabaja de forma coordinada con asociaciones civiles, organismos institucionales y con particulares en acciones de investigación e intercambio, otorgamiento solidario y participativo de servicios de rescate y auxilio médico prehospitalario para la ciudadanía que lo requiera en situaciones de emergencia.
Otra de sus funciones es establecer sistemas de coordinación y de trabajo con la Dirección General de Protección Civil y comités delegacionales, así como realizar propuestas ante las autoridades correspondientes que permitan el fortalecimiento del esquema normativo, los mecanismos de control y actuación de grupos voluntarios de rescate para la planeación, ejecución, control y evaluación de acciones de rescate y auxilio médico.
Dentro de sus tareas está prestar atención a indigentes y grupos vulnerables que se encuentran en la vía pública, en coordinación con las dependencias del Gobierno del Distrito Federal responsables. También tiene encomendado formular, controlar y evaluar los programas de capacitación y adiestramiento dirigidos al personal médico, paramédico y de apoyo, con el fin de sostener la capacidad de respuesta inmediata de todo su personal.
Otra comparación
De acuerdo con un comentario vía internet, un experto en rescate da a conocer que tan sólo en su "botiquín'' personal, con medidas aproximadas de 70 centímetros de largo por 40 de fondo y 30 de ancho, cuenta con: dos juegos de cánulas de guedel (desecha y repone las que utiliza), un juego completo de férulas neumáticas, cuatro bolsas de soluciones parenterales, cada una de 500 cc -una solución glucosada, una fisiológica (cloruro de sodio), dos ringer lactato-; seis pares de guantes estériles; un acutred con tiras reactivas (para medición de glucosa); seis cubrebocas; un esfignomanómetro anaerobio; dos estetoscopios; un paquete de abatelenguas desechables; dos sábanas térmicas; una sábana estéril para quemados; un collarín tipo Stifnek de posiciones; cuatro hilos para sutura; un bote de alcohol en gel; dos equipos de instrumental para sutura estériles; dos campos quirúrgicos estériles; un ambu (bolsa válvula mascarilla); catéteres endovenosos de diferentes calibres; cinco equipos para administración de líquidos paraenterales conocidos como "venoset´s''; agujas hipodérmicas de diferentes calibres; jeringas desechables de diferentes tamaños; paquetes de gasas estériles y vendas de diferentes tamaños; aspirador portátil de flemas; lámpara; navaja, estos dos últimos artículos los lleva en un compartimiento especial o los trae consigo en su cinturón.
Ciudad de México.- Bajo distintas denominaciones, con uniformes diversos, pero casi siempre con un casco color azul, decenas de personas se integran a la brigada clandestina de rescatistas y paramédicos que operan principalmente en la periferia de la ciudad y atienden un promedio de 10 mil percances en forma anual.
"Pero para ese tipo de personas, lo importante no es atender a ciudadanos accidentados, sino que su negocio consiste en llegar primero al lugar del siniestro, proceder al despojo de objetos de valor a los heridos y, sobre todo, llevar a los pacientes a clínicas, sanatorios y hospitales particulares, por lo que reciben un pago, no comisión ni cuota, por parte de esos nosocomios, además de que cobran los servicios de traslado a familiares de los afectados'', indicaron socorristas y paramédicos oficiales.
A su vez, automovilistas y peatones que han sufrido accidentes en vía pública coinciden en que además de pagar cantidades que oscilan entre los 300, 500 o hasta 2 mil pesos por traslado, simplemente son mantenidos con vida para ser llevados a algún hospital privado bajo el argumento de los seudoparamédicos de: "ya ve que la ley impide que las personas accidentadas que no tengan a la mano sus registros en el IMSS o el ISSSTE no sean atendidas en el sistema de emergencias. Si usted trae consigo su cartilla del seguro social y afiliación, lo llevamos hasta ese hospital, pero bajo su riesgo".
Ni las autoridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF), ni policiales conocen a ciencia cierta el número de ambulancias y paramédicos "piratas'', y a la fecha sólo se cuenta con un control sobre unidades de traslado emergente, de hospitales privados y hasta del sector público, que han cumplido con las normas sanitarias, de capacitación de personal y tomado los cursos correspondientes aplicados por la Secretaría de Transporte y Vialidad del Distrito Federal (Setravi).
De los servicios de emergencia públicos, confiables, sólo se cuentan la Cruz Roja Mexicana y el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), esta última es entidad perteneciente a la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, una de las de mayor seriedad y diariamente cubre hasta 140 servicios en toda la urbe.
Ladas ambulancias "patito'' o "piratas'', además de utilizar vehículos equipados apenas con botellas de suero, gasas, esparadrapos férulas, así como fijacuellos, implementos con los que no garantizan la vida de los accidentados, tampoco llevan una cuenta de atenciones, ello, al decir de socorristas de ambulancias de hospitales privados, para no pagar impuestos, simular que hacen obras de apoyo ciudadano sin retribución alguna y, en casos de decesos del paciente en el traslado, obligar a los familiares a cubrir desde el transporte hasta la atención hospitalaria, por ello, casi siempre buscan seleccionar a sus accidentados...
Lo básico
Para la operación de ambulancias y desarrollo de actividades de los paramédicos, la Setravi requiere que tanto dependencias oficiales, Cruz Roja Mexicana, así como unidades motorizadas de instituciones hospitalarias privadas, cubran los exámenes médicos y de antidrogas que aplica por su parte la Secretaría de Salud local.
Asimismo, que la tripulación se someta a exámenes generales y, en su caso, los operadores de ambulancias cumplan con las pruebas de manejo, así como de conocimiento de las vías rápidas y alternas para poder cumplir con el traslado de pacientes en situaciones de emergencia.
Una vez cubiertos los requisitos ante la Secretaría de Salud y la Setravi, la dependencia oficial, IMSS, ISSSTE, ERUM, entre otras, además de las flotillas de hospitales privados, pueden obtener la licencia y tarjetón correspondiente que les autoriza la operación de ambulancias, con los dispositivos de atención médica prehospitalaria básica.
Patitos
Para quienes operan los servicios de ambulancias no reconocidas legal ni oficialmente, sólo basta alquilar o comprar una ambulancia vieja, equiparla con camilla, bancas laterales, botellas de suero, vendas, esparadrapos, entre otros mínimos adminículos, como fijacuello, férulas para inmovilizar brazos o piernas y algunos objetos, que no son de primera necesidad para atender lesiones mayores.
Después de saber que los paramédicos de las ambulancias patito recurren a la compra o alquiler de vehículos de modelos atrasados y el equipamiento de la unidad ni siquiera trae el mínimo de lo que es aditado en un vehículo oficial, o que pudiera compararse al menos con el botiquín que lleva consigo un paramédico o rescatista profesional, es fácil entender porque sólo se dedican a "dar auxilio a lesionados selectos...''.
Aun cuando las autoridades, como la policía, Setravi y hasta el sector salud desconocen las cifras de unidades irregulares operando como ambulancias de apoyo ciudadano, ya que laboran en la clandestinidad, sí admiten que aún existen ese tipo de grupos, que desde el 2004 fueron llamados a regularizar su actividad, así como recibir capacitación y manejo de equipos de primeros auxilios para integrarlo a las ambulancias que operan.
La rebatinga
Policías de Seguridad Pública e, incluso, del ERUM y Cruz Roja coinciden en señalar que en muchas ocasiones el personal de las ambulancias patito llegan en primer lugar al punto del accidente, ya que interceptan las frecuencias de radiocomunicación y debido a que se diseminan en diversos puntos de la ciudad, sin tener una "base fija'', se desplazan hasta con el uso de sirena abierta e invasión de carriles vehiculares, ello con la finalidad de llevar a los heridos a hospitales privados ubicados en la zona metropolitana de la ciudad e incluso en la zona limítrofe del Estado de México con el Distrito Federal.
Por ello, reciben pagos fijos, pero tienen que competir entre ellos mismos, para "ganar heridos'', ya que son varios los grupos clandestinos que laboran bajo ese esquema.
A su vez, diversos ciudadanos que fueron atendidos por supuestos socorristas y llevados a hospitales privados, indican que además de ser objeto del latrocinio, son internados forzosamente en dichos nosocomios, bajo el argumento de que su vida corre peligro y no serían atendidos en el IMSS, ISSTE o nosocomios públicos, y si el paciente se niega a ser llevado al sanatorio elegido por los "patito'', empiezan las amenazas en las que se pone en riesgo la vida del herido, e incluso se corre el riesgo de ser desaparecido por horas, y la familia no lo encuentre, ya que empieza el rodeo por la ciudad, para que el afectado se desespere y terminé por aceptar ser internado en un "hospital equis''.
Asimismo, personal uniformado y de primeros auxilios refieren que los supuestos paramédicos no necesitan ser expertos en la materia para darse cuanta cuando un lesionado está en peligro de muerte y se lo dejan al ERUM o Cruz Roja.
Y, en lo que hace al despojo, robo o atraco, las más de las veces el victimado no denuncia el robo desde autoéstereo, objetos de valor, documentos personales o de identificación, ya que los tripulantes de las ambulancias patito terminan por robar, desde anillos, cadenas, esclavas, herramientas y cuanta pieza de valor encuentran en el lugar del percance.
La denuncia no se ejecuta por miedo o porque el afectado está alarmado, camino a un hospital, y no se da cuenta de que en su vehículo cayeron aves de rapiña, y no se diga en los accidentes donde hubo personas muertas, cuyos cadáveres también son despojados de sus objetos de valor y hasta credenciales, de ahí que muchas de las veces, indican policías investigadores y preventivos, el occiso sea llevado al anfiteatro o Servicio Médico Forense (Semefo) en calidad de desconocido.
Y, para redondear la faena, los supuestos paramédicos buscan colocarse en vialidades de tráfico intenso o en las carreteras de salida o acceso al Distrito Federal, y en grupos de tres a cinco "socorristas'' inician la colecta monetaria con el casco de protección para la cabeza, éste a la mano, para pedir la colaboración económica, para una presunta compra de materiales médicos de emergencia, o de plano, para la gasolina de la ambulancia patito.
Con dicha acción, buscan bloquear parcialmente la circulación vial, y saben que con ello se dan los choques denominados lamineros, con lo que se apresuran a llegar al lugar del impacto, e inmediatamente buscan inmovilizar a los lesionados, sin dar tiempo a que paramédicos profesionales dictaminen si es o no necesaria la hospitalización.
El Erum, de primer nivel
En su caso, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), que anualmente atiende en promedio 60 mil emergencias, cuenta con 40 ambulancias equipadas con desfibrilador, marcapasos, respiradotes, férulas, oxígeno y otros sistemas de emergencias.
Tan sólo en el 2009 atendieron 64 mil 464 servicios, de los cuales 16 mil 331 fueron a lesionados en vía pública; 15 mil 58, traslados de enfermos y lesionados a hospitales del sector salud; 483 atenciones a mujeres en situación de parto; 241 servicios a indigentes; 222 rescates urbanos, y 109 rescates en colisiones vehiculares.
El personal operativo del ERUM está capacitado para atender personas atrapadas en edificios, en elevadores o en derrumbes, durante sismos e incendios, así como a las víctimas de accidentes por descarga eléctrica y a aquellos que intentan el suicidio.
Expertos en rescate espeleológico: Para ciudadanos que hayan quedado atrapados en minas, cavernas, pozos, cuevas y grutas. Alpino: Para ciudadanos que se hayan perdido en cerros o montañas. Acuático: Para ciudadanos aprisionados o aislados por algún cuerpo de agua o que hayan fallecido por ahogamiento. Estructuras Colapsadas: El ERUM proporciona auxilio para extraer víctimas atrapadas en estructuras colapsadas como edificios o vehículos, sobre todo cuando se requiere el uso de un equipo especial para su salvamento.
Servicios a indigentes: Para ciudadanos que, por su estado económico, estén en la vía pública y requieran atención médica prehospitalaria, ser trasladados a algún albergue o necesiten auxilio básico por alguna enfermedad. Servicios preventivos: Estos servicios se proporcionan cuando hay necesidad de apoyos médicos preventivos durante eventos masivos, como giras de trabajo de las autoridades del Gobierno de la ciudad; cuando los solicita el Estado Mayor Presidencial y cuando la magnitud de algún acontecimiento requiera la presencia de unidades móviles.
Servicios varios: El ERUM traslada a policías heridos desde su domicilio al hospital y viceversa; también apoya a diversas autoridades cuando se encuentran cadáveres en la vía pública, edificios o casa habitación.
Tiene como función principal prestar de manera oportuna el servicio de rescate y atención médica prehospitalaria a enfermos y lesionados en la vía pública ante un siniestro y situaciones de emergencia.
Trabaja de forma coordinada con asociaciones civiles, organismos institucionales y con particulares en acciones de investigación e intercambio, otorgamiento solidario y participativo de servicios de rescate y auxilio médico prehospitalario para la ciudadanía que lo requiera en situaciones de emergencia.
Otra de sus funciones es establecer sistemas de coordinación y de trabajo con la Dirección General de Protección Civil y comités delegacionales, así como realizar propuestas ante las autoridades correspondientes que permitan el fortalecimiento del esquema normativo, los mecanismos de control y actuación de grupos voluntarios de rescate para la planeación, ejecución, control y evaluación de acciones de rescate y auxilio médico.
Dentro de sus tareas está prestar atención a indigentes y grupos vulnerables que se encuentran en la vía pública, en coordinación con las dependencias del Gobierno del Distrito Federal responsables. También tiene encomendado formular, controlar y evaluar los programas de capacitación y adiestramiento dirigidos al personal médico, paramédico y de apoyo, con el fin de sostener la capacidad de respuesta inmediata de todo su personal.
Otra comparación
De acuerdo con un comentario vía internet, un experto en rescate da a conocer que tan sólo en su "botiquín'' personal, con medidas aproximadas de 70 centímetros de largo por 40 de fondo y 30 de ancho, cuenta con: dos juegos de cánulas de guedel (desecha y repone las que utiliza), un juego completo de férulas neumáticas, cuatro bolsas de soluciones parenterales, cada una de 500 cc -una solución glucosada, una fisiológica (cloruro de sodio), dos ringer lactato-; seis pares de guantes estériles; un acutred con tiras reactivas (para medición de glucosa); seis cubrebocas; un esfignomanómetro anaerobio; dos estetoscopios; un paquete de abatelenguas desechables; dos sábanas térmicas; una sábana estéril para quemados; un collarín tipo Stifnek de posiciones; cuatro hilos para sutura; un bote de alcohol en gel; dos equipos de instrumental para sutura estériles; dos campos quirúrgicos estériles; un ambu (bolsa válvula mascarilla); catéteres endovenosos de diferentes calibres; cinco equipos para administración de líquidos paraenterales conocidos como "venoset´s''; agujas hipodérmicas de diferentes calibres; jeringas desechables de diferentes tamaños; paquetes de gasas estériles y vendas de diferentes tamaños; aspirador portátil de flemas; lámpara; navaja, estos dos últimos artículos los lleva en un compartimiento especial o los trae consigo en su cinturón.
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